Autor: Laura McKinney
Fecha De Creación: 9 Abril 2021
Fecha De Actualización: 25 Marcha 2024
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Romanova Maria Nikolaevna: biografía y fotos - Sobre Todo
Romanova Maria Nikolaevna: biografía y fotos - Sobre Todo

Contenido

Maria Romanova es una de las hijas de Nicolás II. Todos los giros y vueltas de su destino se asociaron con la pertenencia a una familia real. Vivió una vida corta, que se vio truncada en una noche de verano de 1918 debido a la masacre de los bolcheviques. La figura de María, sus hermanas, hermano y padres se convirtieron en símbolos de la trágica historia de Rusia y la insensata crueldad de la Guerra Civil.

Nacimiento

La tercera hija del último zar ruso Romanov, Maria Nikolaevna, nació el 14 de junio de 1899 en Peterhof, donde la familia imperial pasaba sus vacaciones de verano. El tercer embarazo de Alexandra Feodorovna no fue fácil. Incluso se desmayó, lo que la obligó a pasar las últimas semanas en una camilla especial. Los familiares y médicos temían seriamente por la vida de la madre y el niño, pero, al final, el parto fue bien. La niña nació fuerte y sana.

Romanova Maria Nikolaevna se bautizó el 27 de junio. La ceremonia estuvo a cargo de Ioann Yanyshev, confesor de la familia imperial. En ese momento había unas 500 personas en la iglesia de Peterhof: familiares, enviados extranjeros, cortesanos, damas de honor. La solemne ceremonia terminó con un saludo de 101 tiros, cánticos de la iglesia y repique de campana. Es cierto que al día siguiente la alegría paternal de Nikolai fue reemplazada por la amargura debido a la noticia de la muerte de su hermano George, quien murió de tuberculosis.


Infancia

La niñera de María y sus hermanas era la inglesa Margarita Yeager. Trabajó en Rusia durante seis años y, al regresar a su tierra natal, publicó sus memorias sobre la familia real. Gracias a estas memorias y muchos más documentos dejados por testigos y contemporáneos, hoy es posible restaurar a fondo la personalidad y el carácter de la Gran Duquesa. Romanova Maria Nikolaevna era una chica alegre y ágil de ojos azul oscuro y cabello rubio claro. En la adolescencia y la juventud, se distinguió por un alto crecimiento.

Debido a su simplicidad y naturaleza bondadosa, la princesa de la familia se llamaba Mashka. El nombre María también se usaba a menudo. El hábito de llamar a los parientes a la manera inglesa era la norma para la familia real. Sobre todo, María era amiga de su hermana menor Anastasia, bajo cuya influencia jugaba mucho y luego comenzó a jugar al tenis. Otro pasatiempo favorito de las chicas era la música: a menudo encendían el gramófono y saltaban hasta el agotamiento con sus melodías. Debajo del dormitorio de las hijas estaba la habitación de Alexandra Fyodorovna, en la que recibía a todo tipo de funcionarios. La exageración anterior a menudo conducía a la vergüenza, por lo que la Emperatriz tuvo que enviar una dama de honor allí. María y Anastasia fueron consideradas la pareja "más joven" en contraposición a la "mayor": Olga y Tatiana.


En la infancia, las hermanas tenían una abreviatura común OTM (según las primeras letras de sus nombres), con la que firmaban letras. La gran duquesa Maria Nikolaevna Romanova pasó la mayor parte de su vida con su familia en Tsarskoye Selo.A sus padres no les gustaba el Palacio de Invierno de San Petersburgo: era demasiado grande y a menudo había corrientes de aire, que más de una vez se convirtieron en la causa de la enfermedad de los niños.

Todos los veranos, la familia se embarcaba en un crucero en el yate Shtandart. Viajó principalmente en el Golfo de Finlandia y pequeñas islas. La gran duquesa Maria Nikolaevna Romanova estuvo comparativamente rara vez en el extranjero. Visitó dos veces a numerosos familiares en Inglaterra y Alemania. La familia real, gracias a numerosos matrimonios, estaba estrechamente relacionada con todas las dinastías europeas.

En la primera infancia, la niña pasó mucho tiempo con su niñera. Muchos episodios divertidos y curiosos en la biografía de la familia real se asociaron con Margarita Yeager. Por ejemplo, debido a la niñera de Romanov, Maria Nikolaevna adquirió un acento inglés irlandés (era nativa de Belfast). El "sesgo" llevó al hecho de que la familia real contrató a un nuevo maestro, Charles Sydney. Corrigió el acento irlandés de Mary y sus hermanas.


La niña comenzó a estudiar a los ocho años. Sus primeros temas fueron la caligrafía, la lectura, la ley de Dios y la aritmética. Luego se agregaron idiomas extranjeros (inglés, francés, alemán) y ciencias naturales. También enseñaron a tocar el piano y bailar, algo sin lo que Maria Nikolaevna Romanova no podía prescindir. La hija de Nicholas 2 tenía que corresponder a su estatus y tener todas las habilidades aceptadas entre las niñas en el ambiente aristocrático más alto. Lo mejor de todo es que a Mary se le dio inglés, en el que a menudo se comunicaba con sus padres.

Educación

La madre de la niña se distinguía generalmente por un carácter estricto. Nikolai se comportó de manera completamente diferente. El padre a menudo regañaba a María y a sus otros hijos donde Alexandra Feodorovna podía castigar o reprender. La Emperatriz mantuvo a sus hijas con guantes ajustados, siguió su círculo de comunicación. Cuando las niñas crecieron, la madre comenzó a temer su acercamiento con familias aristocráticas o incluso primos. Desde el punto de vista de Alexandra Feodorovna, la educación correcta debe haber sido profundamente ortodoxa. La influencia de la madre tuvo un efecto notable en las opiniones y el carácter de las hijas. Todos ellos (especialmente Olga, pero también María) se convirtieron en cristianos celosos y de mentalidad mística.

Maria Nikolaevna Romanova, como sus hermanas, nunca se casó, la guerra lo impidió. Por supuesto, las hijas del zar fueron vistas como posibles novias de futuros herederos al trono en otras potencias europeas. Sin embargo, como señalaron los contemporáneos, María, debido a su profunda fe ortodoxa, no quería casarse con un extranjero en absoluto. Junto con sus hermanas, soñó con casarse con un aristócrata ruso en su tierra natal.

Alexandra Fedorovna, después de haber aislado a sus hijas de empresas externas, las hizo infantiles. Maria Nikolaevna Romanova, habiendo crecido ya, podía hablar como una niña de 10 años. Privada de la comunicación con sus compañeros y viviendo según las peculiares reglas de la corte, experimentó ciertas dificultades en el contacto con el mundo adulto.

Todavía había muchas características extrañas en la educación de las hijas del emperador. Por ejemplo, durante algún tiempo, la supervisión de las niñas se transfirió a Ekaterina Schneider, la lectora de Alexandra Feodorovna. Alemana de nacimiento, no tenía una idea clara de la realidad rusa. Su perspectiva se limitaba a las reglas de etiqueta del patio. Finalmente, los padres trataron a Mary y a sus hermanas como niñas, incluso cuando se acercaban al umbral de los veinte. Por ejemplo, Alexandra Fedorovna verificó personalmente todos los libros que recibieron sus hijas.

Hermano y Rasputin

María fue la tercera de las cuatro hijas del rey. En 1904, el emperador finalmente tuvo un hijo, Alexei, que se convirtió en el heredero del trono. El niño sufría de hemofilia, una enfermedad grave por la que se encontró al borde de la vida y la muerte más de una vez. La enfermedad del príncipe heredero era una familia secreta. Pocos sabían de él, incluida Maria Nikolaevna Romanova.

La hija de Nicholas 2 quería mucho a su hermano menor.Este profundo sentimiento sentimental se convirtió en motivo de afecto para Grigory Rasputin. Un campesino siberiano que llegó a San Petersburgo pudo ayudar al heredero al trono. Alivió el sufrimiento del niño. El principal medio de este extraño peregrino era la oración. Su misticismo fortaleció aún más la creencia fanática en el cristianismo de las hijas del emperador. Después del asesinato de Rasputín, María asistió a su funeral.

Durante la guerra

Según la tradición de los Romanov, a la edad de 14 años, María fue nombrada coronel del noveno regimiento Dragoon Kazan. Exactamente un año después de este evento, comenzó la Primera Guerra Mundial. El emperador alemán Guillermo II era primo paterno de María. El día de la declaración de guerra, la niña lloró amargamente, no entendía por qué los parientes más cercanos no podían ponerse de acuerdo entre ellos.

Romanova Maria Nikolaevna no sabía nada sobre el derramamiento de sangre. Los acontecimientos de la guerra ruso-japonesa y la primera revolución cayeron en una época casi inconsciente. Ahora la niña tenía que sumergirse en condiciones de existencia completamente diferentes. María y Anastasia trabajaban en hospitales: cosían ropa para los heridos, preparaban vendajes, etc. Mientras Olga y Tatiana se convertían en hermanas de la misericordia de pleno derecho, sus hermanas menores aún eran demasiado jóvenes para eso. María y Anastasia organizaban bailes en los hospitales, jugaban a las cartas con los soldados, les leían. A la tercera hija de Nikolai le encantaba entablar conversaciones con los heridos, preguntarles sobre los niños y las familias. Las niñas entregaron obsequios a cada soldado que fue dado de baja. A menudo se trataba de imágenes e iconos. Durante la guerra, uno de los hospitales se llamó Mariinsky en honor a María.

Además del hecho de que Wilhelm era el pariente más cercano de la familia real, la propia Alexandra Feodorovna también era alemana de nacimiento. Estos hechos se convirtieron en terreno fértil para los rumores de que la emperatriz, las princesas y en general toda la familia coronada, de una forma u otra, simpatizaban con el enemigo. Estas especulaciones fueron especialmente populares entre los militares. En los hospitales, algunos soldados y oficiales comenzaron a hablar deliberadamente sobre el káiser alemán para pinchar a las niñas. María respondió preguntas directas sobre el "tío Willie" cada vez que no lo consideraba su tío y no quería oír hablar de él.

Revolución de febrero

En febrero de 1917, la princesa Maria Nikolaevna Romanova estaba en el Palacio de Alejandro en Tsarskoye Selo. A fines de mes, comenzaron las manifestaciones masivas de los residentes de la ciudad en Petrogrado, descontentos con la falta de pan. El 2 de marzo, las acciones espontáneas terminaron con la abdicación del trono de Nicolás II. El emperador en ese momento estaba en el Cuartel General en el frente. De camino a Petrogrado, mientras estaba en el tren, firmó una renuncia (para él y para su hijo).

María se enteró de la noticia de la decisión de su padre gracias al Gran Duque Pavel Alexandrovich, que había llegado especialmente al Palacio de Alejandro. El edificio fue acordonado por un destacamento de soldados que aún permanecieron fieles al juramento. El 8 de marzo, el conde Pavel Benckendorf informó a la familia Romanov que desde ese día estaba bajo arresto domiciliario. Nikolai llegó al palacio a la mañana siguiente.

El mismo día, se desató una epidemia de sarampión en el edificio. Romanova Maria Nikolaevna también se infectó. La tercera hija del emperador enfermó después de sus hermanas mayores. La temperatura ha subido extremadamente alto. Un resfriado que comenzara al mismo tiempo podría causar neumonía. Durante varios días la princesa no se levantó de la cama, comenzó al delirio. Pronto aumentó la otitis media. La niña incluso se quedó sorda por un tiempo en un oído.

arresto domiciliario

Después de su recuperación, la ex princesa Maria Nikolaevna Romanova regresó a su habitual vida mesurada en Tsarskoye Selo. Por un lado, su rutina diaria no cambió de ninguna manera: continuó estudiando y pasó su tiempo libre entreteniéndose con su familia. Pero también ha habido cambios significativos. Las princesas empezaron a hacer más limpieza de la casa, cocina, etc. Se redujo el tiempo de paseos.Los miembros de la familia Romanov no pudieron salir de Tsarskoye Selo, cerca de los bares fueron recibidos por una multitud abucheada. La prensa libre (especialmente los periódicos de izquierda) denunció al emperador abdicado y su familia de todas las formas posibles.

La situación se calentaba todos los días. El futuro destino de los Romanov no estaba claro. Viviendo en Tsarskoe Selo, los miembros de la dinastía estaban en el limbo. Después de la abdicación, Nicolás le pidió a Kerensky que lo enviara a Murmansk, desde donde él y su familia podrían trasladarse a Inglaterra con su primo George V. El Gobierno Provisional dio su consentimiento y comenzó las negociaciones con Londres. Pronto llegó el consentimiento preliminar de Inglaterra. Sin embargo, la salida se pospuso por un tiempo. Esto se hizo debido al mismo sarampión que sufrieron las princesas, incluida María Nikolaevna Romanova. La hija de Alexandra Feodorovna se recuperó, pero en abril Georg ya había retirado su invitación. El rey británico cambió de opinión debido a la inestable situación política en su propio país. En el parlamento, la izquierda lanzó una oleada de críticas hacia el monarca por sus intenciones de albergar a un pariente derrocado. El embajador inglés, George Buchanan, sollozaba mientras le contaba a Kerensky sobre la voluntad de su rey. Nicholas tomó la noticia de la gestión de su primo con firmeza y calma.

Salida de Tsarskoe Selo

Ante un estallido de sentimientos antimonárquicos, el Gobierno Provisional decidió trasladar a los Romanov lejos de Petrogrado y Moscú. Kerensky discutió personalmente este tema con Nikolai y su esposa. En particular, se consideró una opción con un traslado a Livadia. Pero, finalmente, se decidió enviar a la ex familia real a Tobolsk. Por un lado, Kerensky instó a Nicolás a dejar Tsarskoe Selo, explicando que los Romanov estarían en constante peligro allí. Por otro lado, el jefe del Gobierno Provisional podría haber elegido Tobolsk para complacer a la izquierda, que afirmaba que el emperador abdicado era un grave peligro y una figura en torno a la cual se agrupaban los monárquicos radicales.

El tren con los Romanov partió de Tsarskoe Selo el 2 de agosto de 1917. El tren pasó bajo la bandera de la Cruz Roja. El Gobierno Provisional intentó ocultar toda evidencia de los movimientos de la familia real. Maria Nikolaevna Romanova, cuya foto siempre había estado en los periódicos antes, desapareció del ojo público con sus familiares. El tren llegó a Tyumen el 5 de agosto. Luego, los Romanov subieron a un vapor y cruzaron Tobol hasta Tobolsk, donde se instalaron en la casa del ex gobernador. Algunos sirvientes se mudaron con la familia: damas de honor y maestros.

Tobolsk

La vida de los Romanov en Tobolsk fue tranquila y sin complicaciones. Sin embargo, pronto comenzaron a acumularse nubes sobre la familia. En octubre de 1917, el poder en Petrogrado pasó a los bolcheviques. A diferencia del Gobierno Provisional, no sentían ninguna tolerancia por la familia real. El nuevo gobierno iba a juzgar a Nicolás. Para ello, se planeó trasladar a toda la familia a Moscú o Petrogrado. Leon Trotsky se convertiría en fiscal en el juicio.

Los nuevos guardaespaldas de los Romanov en Tobolsk los trataron con mucha más hostilidad que antes. En abril de 1918, los prisioneros (excepto Nikolai) quemaron sus diarios y cartas, temiendo registros y redadas. Romanova Maria Nikolaevna también lo hizo. La biografía de la niña prometía ser completamente diferente, pero en las circunstancias del caos revolucionario, la hija del zar no tuvo más remedio que renunciar a los últimos recordatorios de su antigua vida sin preocupaciones una y otra vez.

El 23 de abril, el comisario Yakovlev informó a Nikolai de su intención de alejarlo de Tobolsk. Trató de discutir, pero entonces el prisionero recordó su condición de servidumbre. Los bolcheviques iban a llevarse a Nicolás solo, pero, al final, Alexandra Feodorovna y Romanova Maria Nikolaevna lo acompañaron. La tercera hija se preparó para el camino después de que su madre la eligiera.Lo más probable es que Alexandra Fedorovna decidió llevarse a María con ella debido al hecho de que en ese momento era la más fuerte físicamente de las cuatro hermanas.

Ninguno de los viajeros sabía adónde los llevaban. Nikolai asumió que los bolcheviques lo iban a enviar a Moscú para que él personalmente firmara el Tratado de Paz de Brest por separado. Tampoco hubo unidad entre los guardias. Después de todo tipo de intrigas entre los bolcheviques a finales de abril, los prisioneros fueron llevados a Ekaterimburgo. Al llegar a la ciudad, casi todo el séquito de la familia fue enviado a la prisión local.

Condenar

Los Romanov estaban alojados en la casa del ingeniero Ipatiev. Un mes después, el 23 de mayo, llegó el resto de la familia. Los últimos días de los Romanov se pueden juzgar por el diario de Nikolai. Lo llevó durante la mayor parte de su vida adulta y no abandonó incluso después de que este hábito se volviera simplemente peligroso. Por las noches, María y sus familiares pasaban tiempo jugando bezic (un popular juego de cartas) o jugando escenas de actuaciones. Junto con su padre, leyó Guerra y paz de Tolstoi.

A principios de julio, los bolcheviques se dieron cuenta de que inevitablemente tendrían que entregar Ekaterimburgo a los blancos que se acercaban. La retirada era solo cuestión de tiempo. En estas circunstancias, los líderes del partido decidieron deshacerse de la familia real. La evidencia de cómo se decidió el destino de los Romanov es contradictoria, pero hoy los historiadores generalmente están de acuerdo en que Lenin y Sverdlov tenían la última palabra.

En la noche del 16 al 17 de julio de 1918, un camión se dirigió a la Casa Ipatiev, que pronto se utilizó como vehículo para cadáveres. Los Romanov y sus sirvientes fueron bajados al sótano. Hasta el último segundo, desconocían su destino. El jefe del pelotón de fusilamiento leyó el fatídico decreto, tras lo cual disparó contra el ex rey. Luego, el resto de los bolcheviques hizo lo mismo con el resto de la familia imperial.

La trágica muerte de los Romanov conmocionó a muchos: monárquicos, liberales, un público extranjero. Durante muchos años, el gobierno soviético ha pervertido los hechos sobre el traicionero asesinato. Muchas de sus circunstancias se han dado a conocer solo en las últimas décadas. Los Romanov se sintieron especialmente afligidos en el exilio. Cada poema dedicado a Maria Nikolaevna Romanova, cada obituario y cada testimonio de los contemporáneos que conocieron y vieron a la princesa testificaron unánimemente que era una niña destacada, digna de su alto estatus y que murió injustamente por capricho del nuevo gobierno. Los restos de la hija del zar (y su hermano Alexei) se descubrieron recién en 2007, aunque el resto de los Romanov se encontraron a principios de la década de 1990. En 2015, el gobierno tomó una decisión sobre su nuevo entierro.

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